En Lima, Perú, el 27 y 28 de febrero se llevó a cabo el “Taller de intercambio de experiencias entre la Asociación de Producción Pesquera de Armadores de Manta (ASOAMAN) y la Sociedad Nacional de Pesca Artesanal del Perú (SONAPESCAL)”. La agenda incluyó temas de mejoramiento organizacional, gobernanza y gestión participativa, incidencia política, mejoramiento pesquero y requerimientos de mercado para la exportación de pota y peces pelágicos grandes al mercado europeo.
En una jornada de trabajo intensa, los miembros de ASOAMAN y SONAPESCAL analizaron los logros y desafíos que han tenido ambas organizaciones en su objetivo de garantizar la sostenibilidad de la pesquería del recurso perico/dorado, a partir de su conformación como asociaciones de productores, quienes juegan un rol clave para lograr mejoras en favor de la sostenibilidad de los recursos pesqueros.
ASOAMAN pudo conocer, de primera mano, el sistema organizacional que tiene SONAPESCAL para llegar a consensos y trabajar en una agenda colectiva; mientras tanto, SONAPESCAL pudo aprender sobre la estructura de gobernanza de ASOAMAN y su experiencia para implementar mejoras pesqueras y obtener el apoyo de la industria.
George Pinto López, presidente de ASOAMAN, agradeció a sus pares de SONAPESCAL por el intercambio y mencionó que vuelve a casa con varias tareas pendientes sobre los aspectos en los que SONAPESCAL trabaja con éxito. Celebró el fortalecimiento del cual la asociación ha sido objeto y que le ha permitido colaborar en estudios científicos con el dorado, visualizar el trabajo de su organización y participar en procesos de toma de decisiones y foros regionales de sostenibilidad. Además, se refirió al proceso de mejora pesquera, así: “Empezamos ese recorrido ilusionado por vender mejor y, aunque no hemos llegado allí, hemos avanzado mucho en comprender el significado de la sostenibilidad, adquirir nuevo conocimiento para llevar a cabo prácticas responsables y tener más conciencia sobre la importancia de dejar la pesca a las generaciones futuras”.
Edwin Houghton Rosas, vicepresidente de SONAPESCAL, calificó la experiencia del intercambio como productiva e inspiradora. Mencionó que este intercambio ha dejado en evidencia la necesidad de hacer más alianzas y tener más comunicación. “Los recursos de nuestro mar son transzonales, por lo tanto, requieren un trabajo binacional. Los dos países vamos por el mismo camino y hacia un mismo objetivo que es tener una pesquería sostenible y cuidar lo que tenemos”.
Enrique Alonso, Director Global de Pesquerías de Sustainable Fisheries Partnership (SFP), resaltó la importancia de la creación y el fortalecimiento de ASOAMAN y SONAPESCAL, que ha hecho realidad un co-manejo de la pesquería en la cual ambas organizaciones son reconocidas como actores legítimos de su gobernanza, con visibilidad y participación efectiva en la toma de decisiones y capacidad para exigir sus derechos, y, al mismo tiempo, cumplir con sus responsabilidades para lograr mejoras en la gestión de esta pesquería.
Durante la sesión del 28 de febrero, los participantes de ASOAMAN y SONAPESCAL tuvieron la oportunidad de atender en una charla de David Comesaña Lagoa, Director de Compras de la empresa española CONGALSA, quien expuso los requerimientos de mercado para la comercialización de calamar/pota y peces pelágicos grandes. Esto ayudó a las organizaciones pesqueras a comprender mejor los desafíos para poder vender su producto en el mercado internacional, y que acciones podrían tomar para direccionar estos desafíos.
Desde su nacimiento, ASOAMAN y SONAPESCAL han recibido el apoyo de organizaciones como SFP, para fortalecer sus capacidades de manera que puedan generar agendas de trabajo para mejorar sus pesquerías y liderar su implementación. Precisamente, el taller de intercambio de experiencias forma parte de las actividades del proyecto “Por la Pesca” para reforzar las capacidades de las organizaciones beneficiadas del proyecto que incluye a ASOAMAN y SONAPESCAL. Este proyecto es financiado por la Fundación de la Familia Walton (WFF, por sus siglas en inglés) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), e implementado por una coalición de organizaciones no gubernamentales de Perú y Ecuador.
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